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ECONOMIA ABIERTA - FINANCIARIZACIÓN Y MACROECONOMÍA

El grupo de Economía Abierta está enfocado en las teorías, aspectos y actualidades referentes a la financiarización y a la economía de la región de América Latina y el Caribe en su conjunto. En particular, su interés se centra en las relaciones y en la influencia de la financiarización sobre las políticas macroeconómicas de la región.

El objetivo del grupo es comprender y analizar el sistema financiero internacional y cómo los países latinoamericanos están insertados en él, siguiendo la escuela de pensamiento de la CEPAL de los años 1950 con la teoría de Centro-Periferia de Prebisch y la corriente de pensamiento sobre la jerarquía monetaria internacional.

Busca proponer políticas públicas alternativas para que los países de América Latina y el Caribe desarrollen un sistema financiero más resistente y una política macroeconómica que promueva un crecimiento económico inclusivo, con justicia distributiva y política social.

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Medición y difusión de los resultados del PIB: Fake News o intervención gubernamental

El caso de Argentina y Brasil

Por Renata Dias Barbosa

Desde que se introdujo por primera vez en la Convención de Bretton Woods en 1944, el Producto Interno Bruto (PIB) se ha convertido en un punto de referencia para medir el crecimiento económico de los países. Sus tasas de variación permiten una evaluación de políticas monetarias y fiscales, además de ser información valiosa para los inversores domésticos y extranjeros. Sin embargo, el cálculo del PIB es una tarea difícil, principalmente por el empleo de cuentas satélites, donde algunos gobiernos utilizan diferentes criterios de estimación desviándose de la metodología convencional del PIB.

Para enfrentar estos desafíos inherentes, el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN 2008)[1], una versión actualizada de 1993, se implementó en un mandato de la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas para una utilización estándar de análisis econométrico de cuentas nacionales. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también creó una serie de recomendaciones donde los países son monitoreados a fin de evitar una crisis económica.  La guía de las Normas Especiales de Divulgación de Datos (NEDD), así como otros programas, se introdujeron para la difusión de información financiera con transparencia al público. Los datos son publicados en la plataforma del FMI, en el Marco de Evaluación de la Calidad de las Estadísticas (MECAD). La mayoría de los países de América Latina adoptaron el NEDD después de la Crisis del Tequila en México en 1994.

A pesar de que los países suscriptores de los programas del FMI tienen tasas de interés más bajas cuando piden prestado dinero a los acreedores, también necesitan tener un nivel de PIB para ser elegibles para préstamos o ayudas internacionales. En este contexto, los países de bajos ingresos tienden a inflar sus cifras del PIB. Además, un nivel más alto del mismo suele indicar que una economía es más robusta y dar señales positivas a los posibles inversores.

Por lo tanto, aunque la SCN es un sistema universal, existe un paradigma con respecto a la transparencia y eficiencia de las agencias nacionales gubernamentales. En ese sentido, la medición del PIB puede estar sujeto a la manipulación de los datos. Otro problema, que a menudo se pasa por alto, es que los medios de comunicación pueden también manipular a los votantes al informar las cifras del PIB antes de las revisiones. El análisis de estos dos factores en el caso de Argentina y Brasil, demuestran como los resultados del PIB pueden afectar el desempeño de los gobiernos y promover el colapso de la democracia.

 

 

El caso de Argentina

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) de Argentina se creó en 1968. Durante el período del kirchnerismo (2003-2015), el INDEC confirmó que la tasa de crecimiento del PIB fue superior que la mayoría de los países del mundo. El índice de pobreza y desigualdad también demostró una drástica y rápida recuperación de su crisis económica del 2002. Lo que le permitió al país alcanzar por adelantado los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de 2015, promovidos por las Naciones Unidas (UNSD, IMF, World Bank).

El año base de 2004 se utilizó para toda la serie hasta 2016. Por información de INDEC, desde 2004 hasta 2007, Argentina experimentó un crecimiento económico significativo con tasas del 9%. Obtuvo un promedio de 7.1% entre 2008 y 2011, y de1.87% desde 2012 a 2015 (Dorin, 2016; Coremberg, 2011).

De acuerdo con la solicitud del INDEC en 2016, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) brindó asistencia técnica estadística para revisar las cuentas nacionales de Argentina con el fin de cumplir con los estándares de la SCN 2008. El departamento de estadísticas encontró varias irregularidades en los datos oficiales publicados por el país, en particular con respecto a la industria manufacturera que mostró un aumento en las exportaciones de bienes, en el saldo comercial, así como en la cuenta corriente de la balanza de pagos (Dorin, 2016).

La información reportada por la administración anterior tenía la intención de obtener una variación estable del precio mensual y un PIB sobrevaluado. Por lo tanto, las series de cuentas nacionales a partir de 2009 se vieron totalmente afectadas. Las nuevas cifras demostraron que en 2009, la tasa de crecimiento del PIB fue negativa -6%, en comparación con el 0,1% que los indicadores del INDEC mostraron en ese año. En 2012, se alegó que el país tuvo un aumento del 0,8% en el PIB respecto al año anterior; sin embargo, después de la revisión, la tasa del PIB representó el -1.1%. En 2014, el crecimiento del PIB reportado por el  INDEC informó de una tasa del 0,5% frente a una contracción del -2,6% hayada en la revisión de la CEPAL. Además, otros indicadores de la economía también han distorsionado los resultados, como la pobreza, en la que Argentina presentaba una tasa más baja que en los países en desarrollo, como Suecia y Finlandia (Petersen, 2016).

El caso de Brasil

El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) es la agencia nacional en Brasil responsable de las cuentas nacionales dentro del país desde 1987. El IBGE tiene su propio estatus legal de una organización administrativa independiente. Desde 2011-2014, la presidenta Dilma Rousseff estuvo en su primer mandato presidencial. Después de su segunda victoria en 2015, tuvo lugar un dudoso juicio político, que resultó en el impeachment (destitución) de su mandato.Tenía un alto grado de desaprobación popular, en el que los manifestantes afirmaban que Brasil estaba en una profunda recesión económica, debido a su falta de capacidad de gobernar.

En 2011, los principales medios de comunicación publicaron que la tasa de crecimiento anual del PIB para Brasil representó el 2,7%. Después de las revisiones del PIB, la tasa de crecimiento fue de 4.0%. En ese momento, el IBGE afirmó que las cuentas nacionales trimestrales sufrieron cambios debido a la adopción de SCN (2008). En 2012, la publicación anticipada de la cifra del PIB anual del IBGE mostró un crecimiento del 0,9%, seguido por una tasa de crecimiento del PIB del 2,3% en 2013. Los medios publicaron esas cifras con titulares que indican que fueron los peores resultados económicos en años. Sin embargo, IBGE solo anunció las revisiones del PIB por estos dos años consecutivos en marzo de 2015. La agencia nacional luego divulgó la información de que, para el año de 2012, el PIB tuvo una tasa de crecimiento del 1.9%. En cuanto a 2013, sus cifras mostraron una tasa de crecimiento del 3,0%. La revisión no se propagó adecuadamente en los medios de comunicación tradicionales y, como consecuencia, no tuvo un impacto en la población.

Es importante tener en cuenta que las estimaciones del PIB, cuando sus cifras son publicadas con anticipación, son datos oficiales pero no concluyentes, que mostrarán solo información parcial en lugar de resultados más completos. Por eso, la necesidad de revisar el cálculo del PIB.

Conclusión

El principal obstáculo para obtener las debidas estimaciones del PIB es la interferencia de los gobiernos en las agencias nacionales. En Argentina, las actividades del INDEC no son independientes del gobierno y, por lo tanto, están sujetas a resultados estadísticos manipulados. En Brásil, desde 2015, IBGE no produce datos completos sobre las cuentas nacionales por sector económico; solo 11 a diferencia de 55 sectores de los años anteriores en su página web. Por lo tanto, se hace difícil garantizar que todas sus prácticas financieras estén en orden y que las cifras del PIB sean correctas.

Como no hay una autoridad supranacional en la región, como en el ejemplo de la Unión Europea, para revisar los países de América Latina en sus actividades económicas a fin de exigir regulaciones estrictas, estos países están a merced de la voluntad política. Dado que Mercosur es un bloque común que tiene a Argentina y Brasil como sus principales influencias, no hay supervisión sobre este tema, en particular para exigir una conducta vinculante. Por lo tanto, la armonización de las recomendaciones de mejores prácticas de SCN y NEDD es altamente problemática.

Por otra parte, el MECAD no proporciona información precisa que pueda ser útil para el público con respecto a las condiciones económicas de un país específico. Esto se debe a que esta plataforma del FMI no hace ninguna referencia a los países que no presentan datos precisos y transparentes, por lo tanto, desafiando el propósito del programa. Como en el ejemplo de Argentina, no hay observaciones o asteriscos que expliquen la particularidad de su medición del PIB y tampoco  hay sanciones ni castigos de ningún tipo. Esto, a su vez, podría llevar a una práctica permisiva para que las naciones continúen divulgando información engañosa, así como una licencia abierta para evadir las recomendaciones y forjar la medición imprecisa de su PIB. Tampoco hay información sobre malas prácticas estadísticas en los sitios que revelan información sobre el PIB, como UNdata y el Banco Mundial.

Además, la información divulgada en forma anticipada sobre el PIB puede contribuir a la inexactitud de los datos, especialmente en países que no recopilan adecuadamente toda la información financiera a tiempo. Los medios de comunicación pueden desempeñar un papel esencial en la divulgación de datos no concluyentes, en los que el PIB a menudo será mucho más pequeño que sus cifras reales. El poder concentrado en los medios de comunicación puede reportar las estimaciones iniciales del PIB como resultados definitivos. En Brasil, los grandes medios de comunicación formaron parte de la oposición al gobierno, y las rectificaciones sobre el crecimiento del PIB nunca fueron un titular. Nuevamente, organizaciones como el FMI, la ONU y el Banco Mundial no proporcionan notas específicas sobre las cifras de revisiones tempranas o aclaraciones en sus sitios para explicar que las primeras publicaciones del PIB son solo cifras temporales, sujetas a revisiones finales. 

 

Estos factores pueden explicar la relación entre democracias frágiles y las estimaciones del PIB, que van más allá de los índices utilizados comúnmente y que pretenden medir la democracia en un país - al observar los derechos políticos, las libertades civiles y la represión general del Estado, como Freedom House y Polity IV. De esta manera, las agencias nacionales controladas por los gobiernos nacionales pueden manipular el PIB para que los gobernantes permanezcan en el poder, como fue el caso del kirchnerismo en Argentina.  En otros casos, la difusión anticipada del PIB aliada con los medios de comunicación puede afectar el desempeño del gobierno, como en el caso del supuesto impeachment/golpe de Estado de Dilma. Por lo tanto, casos como los de Argentina y Brásil demuestran que la democracia está en riesgo y lejos de consolidarse sino se garantiza una estricta regulación para la sistematización, consolidación y difusión de la información económica.

 

[1] El Sistema de Cuentas Nacionales 2008 es un marco estadístico que contiene un conjunto de cuentas macroeconómicas para la formulación de políticas, análisis y propósitos de investigación (SNC, 2008)

Referencias

SCN-PIB
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